La Catedral de Reims, conocida oficialmente como Notre-Dame de Reims, es una de las joyas arquitectónicas más impresionantes de Francia y un símbolo significativo de la historia y cultura del país.
Ubicada en la ciudad de Reims, en la región de Champaña-Ardenas, esta magnífica catedral ha sido el escenario de la coronación de numerosos reyes franceses y es un destino imperdible para los amantes de la historia, la arquitectura y el arte.
La construcción de la Catedral de Reims comenzó en 1211 y se completó en 1275, reemplazando una iglesia anterior que había sido destruida por un incendio.
La catedral fue diseñada en estilo gótico, y sus majestuosos arcos y vitrales son testimonio del esplendor y la habilidad de los arquitectos y artesanos de la época. A lo largo de los siglos, la catedral ha sido testigo de eventos históricos cruciales, incluida la coronación de casi todos los monarcas franceses desde el siglo XII hasta el XIX.
La elección de Reims como lugar de coronación se remonta a la conversión de Clodoveo I al cristianismo en 496, un evento que, según la leyenda, tuvo lugar en Reims y que marcó el comienzo del vínculo entre la ciudad y la monarquía francesa. La catedral fue diseñada no solo como un lugar de culto, sino también como un símbolo del poder y la legitimidad de los reyes franceses.
La arquitectura gótica de la Catedral de Reims es uno de sus aspectos más impresionantes. Sus altas naves y bóvedas ojivales crean un espacio interior que parece elevarse hacia el cielo, simbolizando la aspiración espiritual. Los arbotantes y contrafuertes permiten la existencia de amplias vidrieras, que inundan el interior con una luz colorida y etérea.
El exterior de la catedral es igualmente impresionante, con su fachada occidental adornada con numerosas estatuas y relieves. La Galería de los Reyes es una de las características más destacadas, con estatuas de 56 reyes de Francia, incluida una impresionante figura de Clodoveo. Las torres gemelas de la fachada, aunque nunca se completaron según los planes originales, alcanzan una altura de 81 metros y ofrecen una vista impresionante de la ciudad.
Las vidrieras de la Catedral de Reims son una de sus características más notables. Estas ventanas de colores vibrantes representan escenas bíblicas y figuras de santos, y su calidad artística y técnica es excepcional.
Durante la Primera Guerra Mundial, muchas de las vidrieras originales fueron destruidas, pero han sido cuidadosamente restauradas en las décadas posteriores.
Uno de los conjuntos más famosos de vidrieras es el tríptico de Marc Chagall, instalado en la capilla axial en 1974. Estas ventanas modernas, con sus colores brillantes y diseño único, ofrecen un contraste fascinante con las vidrieras góticas originales, mostrando la continuidad y evolución del arte del vidrio a lo largo de los siglos.
La catedral alberga una impresionante colección de esculturas, consideradas entre las mejores del arte gótico. La más famosa de estas es el Ángel Sonriente, una estatua del siglo XIII situada en el portal occidental. Esta figura angelical, con su sonrisa enigmática, se ha convertido en un símbolo de la catedral y de la ciudad de Reims.
Las esculturas que adornan los portales de la catedral son igualmente notables, con escenas detalladas que representan episodios bíblicos, la vida de los santos y eventos históricos. Estas obras maestras de piedra muestran una notable atención al detalle y una profunda comprensión de la narrativa y la emoción.
Las capillas laterales de la catedral son espacios de devoción y arte. Cada una está decorada con altares, pinturas y esculturas que reflejan la rica historia religiosa y artística de Reims. La capilla de la Virgen, situada en el ábside, es particularmente hermosa, con su altar dorado y sus vitrales que representan la vida de la Virgen María.
La capilla de San Juan Bautista alberga una de las reliquias más veneradas de la catedral, un fragmento de la Santa Corona de Espinas. Esta reliquia, traída a Reims en el siglo XIII, atrae a peregrinos de todo el mundo y es un testimonio de la importancia religiosa de la catedral.
La cripta de la catedral, aunque menos conocida, es un lugar fascinante para explorar. Originalmente parte de la iglesia anterior que ocupaba el sitio, la cripta alberga tumbas y artefactos históricos que datan de los primeros siglos del cristianismo en Francia. Las paredes de la cripta están decoradas con frescos antiguos, y su atmósfera silenciosa y reverente ofrece un contraste con la grandiosidad de la nave principal.
Llegar a la Catedral de Reims es relativamente sencillo, gracias a su ubicación en una de las regiones más accesibles de Francia.
La ciudad de Reims está bien conectada por tren, con servicios de alta velocidad (TGV) que la unen con París en aproximadamente 45 minutos. Desde la estación de tren de Reims, la catedral se encuentra a unos 15 minutos a pie o a un corto trayecto en taxi o autobús.
La red de autobuses de Reims es eficiente y ofrece varias rutas que te llevarán cerca de la catedral. Además, el sistema de tranvía de la ciudad también facilita el acceso a la mayoría de las atracciones turísticas.
La entrada a la catedral es gratuita, pero se recomienda consultar los horarios de apertura, ya que pueden variar según la temporada y los eventos especiales. Algunas áreas, como la cripta y las torres, pueden tener una tarifa de entrada.
Para obtener una comprensión más profunda de la historia y el arte de la catedral, considera unirte a una visita guiada. Las visitas están disponibles en varios idiomas y proporcionan información detallada sobre los aspectos más destacados y las historias menos conocidas de la catedral.
La Catedral de Reims es un testimonio impresionante del genio arquitectónico y artístico del período gótico y un símbolo de la historia real y religiosa de Francia. Desde sus majestuosas naves y vitrales hasta sus esculturas detalladas y capillas devotas, cada rincón de la catedral ofrece una experiencia enriquecedora y memorable.