El Arco de Triunfo del Carrousel es un impresionante monumento parisino que se erige entre el Museo del Louvre y el Jardín de las Tullerías, construido por pedido del Emperador Napoleón Bonaparte en conmemoración de sus victorias militares.
El arco fue construido entre 1806 y 1808 por Pierre-François-Léonard Fontaine y Charles Percier, según el modelo del Arco de Constantino en Roma.
Desde el Arco de Triunfo del Carrusel se puede ver el jardín de las Tullerías, el obelisco de la Plaza de la Concordia, los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo como así también la pirámide del Louvre y el paso a la corte interior del palacio del Louvre.
En lo alto del arco, se pueden ver los cuatro caballos originales de la cuadriga que son una réplica de los que están en el museo de la Basílica de San Marcos de Venecia, ya que los originales fueron parte del botín de guerra que Napoleón consiguió al abolir la república de Venecia (en el año 1797), los cuales se encontraban en la plaza de la catedral de San Marcos (y habían sido traídas de Constantinopla tras el saqueo de la ciudad en el año 1204) y a su vez son copias de originales griegos de bronce dorado del siglo IV a. C. que venían del Templo del Sol de Corinto.
Los preciosos y detallados bajorrelieves, que intentan relatar las victorias de Napoleón en el año 1805. Estos bajorrelieves son obra de escultores como Jean-Joseph Espercieux , Pierre Cartellier, Louis Pierre Deseine y Jacques-Philippe Lesueur.
Se destacan las cuatro columnas de orden corintio ejecutadas con un precioso mármol rosa, cada una con la estatua de un soldado vestido con el uniforme del ejército napoleónico.
Con la caida de Napoleón y la ocupación de la ciudad en el año 1815, se desmontaron los bajorrelieves y los caballos fueron devueltos a Venecia destruyendo el carro del primer arco. Luego, con la llegada de Carlos X, se instalaron nuevamente los bajorrelieves y se creó una copia exacta de la cuadriga, que fue conducida por una alegoría de la Restauración con una constitución en su mano izquierda.