Montpellier es una ciudad del sur de Francia que se encuentra en la región de Occitania. Conocida por su rica historia y arquitectura única, esta ciudad ofrece una gran variedad de atracciones turísticas que vale la pena explorar.
La Place de la Comédie es una plaza es el corazón de Montpellier, con una gran fuente central y edificios históricos alrededor.
Es un lugar popular para relajarse, pasear y disfrutar de la vista.
La Catedral de San Pedro es la más grande de la ciudad, que data del siglo XIV. Su arquitectura es impresionante y en su interior se pueden encontrar hermosos vitrales.
El Jardín Botánico es uno de los más antiguos de Francia y cuenta con una gran variedad de plantas y flores de todo el mundo.
El Antiguo Hospital Saint-Élo es un edificio del siglo XVII alberga hoy en día el Centro de Arte Contemporáneo de Montpellier y es un lugar ideal para apreciar el arte moderno y contemporáneo.
La Torre de la Babote es una torre del siglo XIII es uno de los edificios históricos más antiguos de Montpellier y ofrece vistas impresionantes de la ciudad desde su cima.
El Palais des Congrès Le Corum es un centro de convenciones moderno es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, con su diseño vanguardista y su impresionante acústica.
La Promenade du Peyrou es un parque público en la cima de una colina que ofrece impresionantes vistas de Montpellier y sus alrededores.
La Puerta Peyrou es una imponente puerta es una de las entradas a la ciudad y fue construida en el siglo XVIII en honor al rey Luis XIV.
El Museo de Historia Natural es un museo alberga una gran variedad de exposiciones sobre la flora, fauna y geología de la región.
Les Halles Castellanes es un mercado cubierto donde se pueden encontrar una gran variedad de productos frescos y locales.
La Maison Carrée es un templo romano del siglo I es una de las joyas arquitectónicas de Montpellier.
El Parque Zoologique de Montpellier alberga a más de 120 especies de animales de todo el mundo.
La Place Jean Jaurès es un lugar popular para los estudiantes y está rodeada de bares, restaurantes y tiendas.
El Aqueduc de Saint-Clément es un acueducto del siglo XVIII fue construido para suministrar agua a la ciudad y es un ejemplo impresionante de la ingeniería hidráulica de la época.
El Arco del Triunfo es una estructura neoclásica fue construida en el siglo XVIII para celebrar la victoria del ejército francés en la Guerra de los Siete Años.