Marsella es una ciudad portuaria en el sur de Francia, ubicada en la costa mediterránea.
Es la segunda ciudad más grande de Francia después de París y se destaca por su historia rica y variada, que incluye influencias griegas, romanas y africanas.
Para llegar a Marsella, se puede tomar un vuelo al Aeropuerto de Marsella-Provenza, que se encuentra a unos 25 minutos en coche del centro de la ciudad. También hay servicios ferroviarios y de autobuses que conectan Marsella con otras partes de Francia y Europa.
Entre los atractivos turísticos de Marsella, se encuentran la Basílica de Notre-Dame de la Garde, que ofrece vistas impresionantes de la ciudad y el puerto; el barrio histórico de Le Panier, con sus pintorescas calles empedradas y edificios de colores; el Vieux-Port (Puerto Viejo), un animado puerto donde los visitantes pueden disfrutar de mariscos frescos y pasear por el mercado de pescado; el Palacio Longchamp, un impresionante edificio del siglo XIX que alberga el Museo de Bellas Artes y el Museo de Historia Natural; y el Parque Nacional Calanques, un impresionante parque natural con acantilados, playas y aguas cristalinas.
Otros lugares de interés en Marsella incluyen el Museo de Historia de Marsella, el Fuerte de Saint-Nicolas, la Abadía de Saint-Victor, el Castillo de If, el Estadio Vélodrome, la Catedral de La Major y el Museo de Arte Contemporáneo de Marsella.
La ciudad también es conocida por su vibrante vida nocturna y su gastronomía única, que incluye platos como la bouillabaisse (sopa de pescado) y la tapenade (pasta de aceitunas).