Uno de los edificios más importantes de Amiens es la catedral, una obra arquitectónica que deslumbra a simple vista.
Los trabajos de construcción comenzaron en el año 1220, sobre los cimientos de otra iglesia destruida por un incendio.
El nuevo templo se diseñó con planta de cruz latina, a la cual se le añadieron las torres en el año 1366 y 1401, que hoy se pueden observar a los lados de la fachada.
Si bien su estado está en buen estado, ha sobrepasado a tantos años, varias guerras y otros peligros.
Posteriormente sería la Catedral de Amiens.
El templo es grande, con 145 metros de largo, 70 metros de ancho y la nave es la más alta del mundo. Es de un estilo gótico, con esculturas impresionantes.
A finales del siglo XV, el maestro de obras de mampostería Pierre Tarisel, determinó por su estructura que la catedral corría un gran peligro. Así fue que se realizaron obras urgentes para reforzar los arbotantes de la nave y ciñó casi todo el edificio encadenándolo con una cadena de hierro hecha en España.
En el año 1940 y durante esos años de guerra, la zona fue arrasada por bombardeos masivos y la Catedral resulto ilesa.
La Unesco declaró el edificio como Patrimonio de la Humanidad, por reflejar el apogeo del gótico y la audacia de su arquitectura, siendo además el edificio gótico más grande de Francia.