El barrio de La Croix-Rousse es uno de los más auténticos de Lyon, situado en la colina que lleva su mismo nombre.
Fue construido en el siglo XIX para albergar a los trabajadores de la seda y la industria textil, convirtiéndose en uno de los principales centros de producción de seda en Europa.
En la actualidad, este barrio es conocido por sus callejuelas empinadas y sus edificios con fachadas coloridas, así como por sus talleres de seda, tiendas de antigüedades y mercados de productos locales.
Además, cuenta con una gran oferta gastronómica, con muchos bistrots, brasseries y restaurantes de cocina tradicional lyonesa.
Entre los principales atractivos de La Croix-Rousse se encuentran la Plaza de la Croix-Rousse, con su famoso mercado de alimentos; la Maison des Canuts, un museo dedicado a la historia de la seda y los tejidos; y el Jardín Rosa Mir, un hermoso jardín con vistas panorámicas de la ciudad.
También es un barrio ideal para disfrutar de la vida nocturna, con numerosos bares y clubes de música en vivo.