Estás en Francia 

La basílica y la colina de Vézelay

La prestigiosa colina de Vézelay y su famosa basílica románica, situadas en Borgoña, en el corazón del parque natural regional del Morvan, forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1979.

Dominando el valle del Cure, plantada en las estribaciones del Morvan, la colina de Vézelay, también llamada la «Colina Eterna», se divisa a lo lejos. La ciudad medieval se extiende por toda una vertiente y, al remontarla, los peregrinos descubren la  basílica de la Madalena, «esa barca que lanzó el ancla al horizonte» (Paul Claudel).

«Poco después de su fundación en el siglo IX, el monasterio benedictino de Vézelay adquirió las reliquias de María Magdalena y se convirtió desde entonces en un importante centro de peregrinación. San Bernardo predicó aquí la segunda cruzada (1146). Ricardo Corazón de León y Felipe Augusto se encontraron aquí al inicio de la tercera cruzada (1190)» recuerda el sitio web de la Unesco. La abadía de Vézelay se convirtió en basílica en 1920.

Un camino de luz

La basílica de Santa Magdalena, iglesia monástica del siglo XII, es una obra del arte románico borgoñón tanto por su arquitectura como por sus capiteles y su pórtico esculpidos. La restauración de la basílica fue dirigida en el siglo XIX por Viollet-le-Duc y duró de 1840 a 1859.

Gracias al plano del edificio y a su elevación, la luz penetra sutilmente en la basílica. Con una amplitud excepcional, el nártex, recortado en tres tramos en dos niveles, es una especie de atrio en el que la luz, muy suave, solo entra por las naves laterales y las tribunas que las coronan y, desde la época gótica, por los grandes vanos estrechos de la fachada.

Nave romana, coro gótico

La nave románica, la mayor de todas las demás catedrales francesas, está iluminada directamente por los altos ventanales. Sus bóvedas revolucionaron las prácticas arquitectónicas de la época al permitir crear ventanas más anchas. La nave y las colaterales de la basílica desembocan en el coro gótico, muy desnudo y luminoso.

La basílica cuenta con 118 capiteles. Constituyen una auténtica biblia de piedra. Los temas se inspiran en los textos antiguos, de La légende dorée (recopilación de la vida de los santos escrita por Jacques de Voragine hacia 1260) y motivos naturales.

No se pierda

    La decoración de la basílica está dominada por la escultura: una de las más famosas es el Molino Místico.
    Imprescindible también: El Gran Tímpano, el Tímpano de Emmaüs, el Tímpano de la natividad.
    En el pueblo: las casas románicas (Centro Sainte-Madeleine, Maison des Ursulines…), las residencias de la época del Renacimiento (Maison Théodore de Béze…) y los edificios de los siglos XVII y XVIII (Hôtel de Ville, Maison du Pontot…) sin olvidar el paseo por las murallas que ofrece un magnífico panorama sobre la campiña de los alrededores.






Booking.com
Compartir en
Seguinos en:
365francia.com
La guía online de Francia los 365 días del año
www.365francia.com
Seguinos en:
Términos y condiciones de uso  |  Política de privacidad